Reseña: Misión Rescate o salvando al astronauta Damon


Precisa e inteligente, la nueva cinta de Matt Damon y Ridley Scott es un deleite visual y emocional

Houston tiene otro problema. El astronauta que se quedó en Marte, aquel que dieron por muerto, está con vida. Pero tal vez no por mucho tiempo. ¿Será posible rescatarlo?

En términos muy simples, la anécdota de Misión Rescate podría resumirse como un híbrido perfecto entre Apolo 13 (1995) y Náufrago (2000). En lugar de una isla, el solitario hombre está en el planeta rojo, desafiando con su ingenio y conocimientos científicos las probabilidades para sobrevivir. Mientras tanto, el equipo de la NASA debe ingeniárselas para hacer posible lo imposible, “traerlo de regreso”, como reza alguno de los pósters promocionales del filme.


En ese sentido, “Rescatando al astronauta Damon” parecería más una película dirigida por Ron Howard o Zemeckis que por el propio Ridley Scott. Particularmente en el tono, que en lugar de sombrío y deseperanzador, es alegre y optimista. Más que eso, es jovial. Nuestro terrícola involuntariamente avecindado en Marte es carismático, inteligente, ocurrente e irónico.


Matt Damon logra un personaje arrebatadoramente encantador. Y muy conversador para un hombre en absoluta soledad. Si en Náufrago Tom Hanks tenía a Wilson(¿Recuerdan ese balón pintado con una cara humana?), los confidentes en Marte son las múltiples cámaras de las computadoras, el hábitat, los vehículos y demás, que registran el acontecer de Mark Watney.


Sin duda, resulta curioso que Damon ya haya interpretado a otro astronauta varado en un desolado planeta. En Interestelar (2015), el magnífico histrión nos mostró el otro lado del aislamiento y la incomunicación. Un rostro más oscuro, complejo y desequilibrado.


Con un costo de 108 millones de dólares, Misión Rescate es, desde sus primeros minutos, intachable en su producción, ejecución y ritmo. Se trata de un extraordinario viaje que como espectadores disfrutamos de principio a fin, apenas percibiendo sus más de dos horas de duración. Los conocimientos científicos a los que alude en todo momento se nos presentan en términos tan amigables, que en lugar de que percibirse como ciencia-ficción, pareciera que estamos ante una de esas historias “basadas en hechos reales”. Un crédito especial lo merece el guión que brinda una disfrutable armonía del drama con acertados y agudos toques de comedia.


Es un filme donde jamás cuestionamos los efectos especiales, vestuario o diseño de producción. No cabe duda de que estamos en Marte, en pleno viaje espacial. Menos aún disputamos ese reparto que en principio se percibe ecléctico –que va de Jessica Chastain a Kristen Wiig o de Sean Bean a Donald Glover–, ofreciendo estupendos personajes de soporte. Pero que no nos quede duda, el peso lo carga Matt Damon, sin importar la diferencia gravitacional.


La cinta se da el lujo de contar con una banda sonora que, bien justificada desde el punto de vista argumental, nos presenta música de la década de los 70. Scott, siempre impecable, logra varias secuencias y momentos de gran emoción y belleza. Como alguno donde alude eficazmente al western clásico, con un pionero en su carreta recorriendo el desierto.


Eso sí, Misión Rescate está lejos, muy lejos de las tres películas previas de ciencia-ficción del director, particularmente de esas obras maestras que son Alien (1979) y Blade Runner (1982).


Misión rescate no deja de ser una complaciente mirada a lo que trilladamente podríamos llamar “el triunfo del espíritu humano”, donde a pesar de la adversidad, nuestro héroe jamás dejará de luchar. Muera o sobreviva, no deja de ser una película optimista. Tal vez demasiado para el Ridley Scott que aún extrañamos.


Algunas curiosidades de Misión Rescate

La película se filmó en Wadi Rum, Jordania, mejor conocido como el Valle de la Luna, este desierto rojizo sirvió como base para simular al planeta Marte.

Cinco días antes del estreno de la película, la NASA descubrió agua en Marte.

Cerca de 20 sets se construyeron para la filmación de Misión Rescate, lo cual no es un número tan grande en comparación con otras películas. Para ponerlo en perspectiva con otras películas de Ridley Scott, Éxodo: Dioses y Reyes requirió de 70 sets de filmación y Gangster Americano requirió de más de 100.


La misión hacia Marte que aparece en la película, emula las misiones que actualmente está planeando la NASA en el futuro.

Esta es la segunda película en la que Jessica Chastain y Matt Damon trabajan juntos y además la segunda con una temática relacionada al espacio. La otra película es Interestelar (2014), aunque en aquel filme no compartieron ninguna escena juntos.

También esta es la segunda vez que Matt Damon interpreta a un personaje que ocasiona que se ponga en marcha un plan para rescatarlo. La primera vez fue con su personaje de James Francis Ryan en Rescatando al Soldado Ryan.


Es la tercera película de Ridley Scott con temática relacionada al espacio. Sus anteriores películas son la famosa Alien (1979) y Prometeo (2012).

La nave de la tripulación donde venía Mark Watney se llama Hermes, y en un punto de la película puede escucharse la alarma de la nave, la cual es igual a la alarma escuchada en La Nostromo (la nave de Alien: El Octavo Pasajero), una clara referencia al filme más famoso de Ridley Scott.

En la película hay una muy divertida referencia al Señor de Los Anillos, irónicamente uno de los personajes que aparece en esa escena Mitch Henderson es interpretado por Sean Bean quien originalmente apareció en El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.


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